Los Yunaites.- Miles de ciudadanos de todos los estados de la Unión Americana han descubierto lo que, para ellos, podría cambiar su modo de percibir la realidad: México no está en tono amarillo sepia. Noticia que les ha hecho poner cara de:
Según reportó un medio local gringo, un individuo llamada Brian Howard, y oriundo de Michigan, visitó México el año pasado para atascarse de comida mexicana, y tomó decenas de fotos, mismas que subió a su Instagram, pero sin ponerle ningún filtro. De inmediato, muchos de sus amigos preguntaron por qué se veía el zócalo de la CDMX sin su característico amarillo sepia.
Brian explicó que en ningún lado de nuestro país encontró aquel amarillo sepia del que tanto alardean las películas hollywoodenses. Sin embargo, sus amigos no le creyeron, así que decidieron escalar el muro que construye Trump y así corroborar con sus propios ojos el color de México. Y, ¡oh, sorpresa!, resultó que, en efecto, no hay amarillo sepia.
La noticia de inmediato circuló en redes sociales, lo cual dejó en una tremenda confusión a muchos habitantes estadounidenses. Afirman que ya no saben qué creer, e incluso temen que los mexicanos no estemos usando todo el tiempo un sombrerote y gritando: ¡ayayayay, ajuuua, jiiijaaaa!
Otros ciudadanos de USA comentaron que, de ser esto verdad, quizás tampoco en México comamos tacos tipo tostada rellena de una carne molida y chile que no pica. Y, en una de ésas, México no sólo sea un desierto con nopales y plantas rodando en medio de la nada.
Por último, varios gringos sospechan que quizás en Latinoamérica la gente no esté bailando todo el tiempo salsa, cumbia y reggaetón, ni los niños se la pasen en la calle sin playera jugando futbol, mientras los señores se ponen a jugar baraja a la mitad de la calle. “Quizás esto sí pasaba, pero nos cambiaron la realidad, debe ser un caso del efecto Mandela”, concluyó el Tío Sam.
INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
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El pasar dos horas buscando estacionamiento es el primero paso para la canonización
La respuesta diplomática ya surtió efectos