México.- El Instituto Nacional Que Cuenta A Las Personas (INEGI), reveló en un estudio a larga distancia que 999 personas de cada mil que hacen videoconferencia sólo se la pasan viendo a ellas mismas, en lugar de ver a sus interlocutores. Y la persona restante es tu tío que todavía no “le agarra la onda” a las videollamadas y se pega el celular a su oído.
Aunque nadie sabe exactamente por qué ocurre este evento, millones de personas han confirmado dicha información, e incluso hay quienes confiesan que se les hace “más interesante” ver su propia cara que ver la cara de la persona con la que hacen la videoconferencia.
Los Científicos de la Comunicación han llamado a este fenómeno como “El Síndrome del Narciso Digital”, y aseguran que dicho síndrome se ha propagado últimamente debido a que una enorma cantidad de estudiantes toman sus clases en línea.
Por su parte, varios alumnos han declarado que verse a sí mismos las caras es una manera de ponerle atención al profe, además de que aprovechan para arreglarse el cabello, poner pose de intelectual e incluso sacarse los barros en lo que dura la videoconferencia.
Sin embargo, la situación que más preocupa a los que hacen las videollamadas es que, según dicen, la cámara del celular, la Tablet o la laptop, ocasiona que se vean más gordos, con papadota, bolsas en los ojos y arrugas en el contorno de la boca.
“Es que yo no soy así de feo, mejor checa mi Instagram, ahí sí salgo bien…”, lamentó un universitario que debe tomar clases por Zoom todos los días, y que ya aprendió a desactivar el micrófono para que el profe no sepa que está hablando mal de él.
INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
Nada como pasarla el 24 en bata evitando el estrés familiar
El pasar dos horas buscando estacionamiento es el primero paso para la canonización
La respuesta diplomática ya surtió efectos