Todos los que crecieron viendo a Steve Irwin, el Cazador de cocodrilos, tendrán una gran memoria de su infancia. El investigador del mundo animal era todo menos un cazador, era un apasionado sujeto que nos adentró a la admiración y respeto de estos seres. Por eso su fallecimiento en 2005 impactó a tantas personas. Su legado es gigantesco, pero se refleja mejor en su hijo, Robert.
Nacido en 2003, su hijo ha seguido desde muy pequeño las travesías de una vida australiana: convivir con serpientes, encontrar reptiles del triple de su tamaño a corta distancia, un gusto supernatural por las zonas selváticas. Hace unos días uno de sus videos en plena habitat se viralizó. Su indumentaria de explorador, y un poco el background, nos hacen recordar a alguien más. Un poco de nostalgia para el nuevo mundo.
Un nuevo Cazador de cocodrilos nos acompaña en el nuevo mundo. Seguiremos reportando hasta que Robert nos dirija a un nuevo camino en el mundo animal. Gracias, Steve, por las memorias. También a Zoboomafoo, pero ese era un marsupial animatrónico.
SORPRESIVAMENTE CIERTO
"La gente ya mejor se descarga con Grok que con nosotros", se quejó un psiquiatra…
Si las ciclovías no se interponen, todos los poblanos estarán ahí
YA NO LES INTERESAN LOS HOMBRES LOCALES PERO CIERTO
RAYONEADAMENTE CIERTO
CACHETONAMENTE REAL