México.- Luis Armando Cobos Velázquez, un joven maduro de 36 años, casado y sin hijos, un Godínez ejemplar, hoy está que no se la cree.
Y es que la gente normal lleva apenas 8 días de cuarentena, pero a Luis, el godínez que todos quieren, ya llevaba varios días dede casita porque le dio una infección estomacal y tuvo que guardar reposo.
Dicho esto y con mucha responsabilidad, los jefes de Luis lo mandaron a descansar antes de que el mundo se convirtiera en una película de zombies y apocalipsis por doquier, justo en una etapa donde en la oficina había muchos cierres de mes y cada 5 minutos se tenía que hacer una junta, una videollamada o ir a la sala especial de juntas de esas que te dan galletitas culeras y café sin azúcar en un vaso de unicel con figurines a detalles.
En fin, pasadas unas semanas y con todo el mundo dándole desde casa, los integrantes del área donde labora Luis, se dieron cuenta que todas esas juntas de más de dos horas, donde los jefes solo querían reunir al equipo para saludar y cotorrear con las de recursos humanos, bine podrían haber sido en videollamadas o un simple correo para preguntar “cómo van”, peor el cotorreo es el cotorreo y la gente quiere saludarse y platicar 45 minutos de futbol para después decir que mandan los pendientes por correo.
A lo que Luis y su equipo, se dieron cuenta al igual que muchos mexicanos, comenzando así, la era de los godínez reloaded y bien moderrrnous, donde ya podrán hacer webinars y cosas de esas digitales sin tener que andar juntándose con todos y saludar de beso y mano a todo el mundo nomás por el compadrismo mexicano.
Seguiremos informando.
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FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL