México.- Así es, el segundo conductor de espectáculos favorito de México, Juan José Origel, o Pepillo Origel para los cuates, salió a la calle la noche del miércoles para pasear a sus perritos pomerano y maltés, ejerciendo el acto cuidadano de pasear a perritos en chanclas. Claro que en su caso, deben ser unas chanclas muy caras.
No todo fue felicidad para Pepillo, pues a un par de metros de su ubicación, un par de ambulancias llegaron al lugar donde supuestamente sucedió una balacera.
Uno que ya está acostumbrado a pensar “¿eso fue un cohete o un balazo?” esto no nos sorprende, pero pues Pepillo es un abuelo bien conservado, obviamente una balacera le puso los pelos de punta.
Como buen comunicador, nos dio una crónica del evento.
Al parecer, Pepillo Origel siente que la delincuencia y la violencia en México son cosa que sucedió esta semana, muy a pesar de encontrarse en el Parque Lincoln, en el mero corazón de Polanco, donde muy probablemente esté rodeado de narco casas.
Pero eso no lo sabe él, tampoco los perritos, mucho menos cuando vemos su reacción donde casi casi siento un balazo pasándole por la cara. Ay no Dios mío, por suerte el hombre está bien. Bendiciones.
Claro, una experiencia tan cercana a la muerte y a la pérdida de sus dos adorables perritos, llevó al conductor de La Oreja a tener una profunda reflexión: ¿estamos a salvo en México?
¿Le respondes tú o le respondo yo? Bueno yo porque tengo esta nota. No, mi amor, no estamos a salvo en México como desde hace 200 años, pero saludos y por favor no salgas tan noche que por desgracia, no estamos en Chicago.
Los había dejado en una canasta desde la Pascua Se le habrían perdido desde la…
"¡Que la Chintrola! Pues al 'bolillo' le decimos 'birote'", exclamó el gobernador del Estado
FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL