México.- Jesús Ochoa es conocido por sus papeles de señores bigotones, bizcos y pederos. Pero al parecer en la vida real también es así, pues ayer armó tremenda bronca en la Casa del Actor, en la que se llevó unos buenos jalones de greña y casi se agarra a golpes con Jorge Ortiz de Pinedo.
Todo comenzó con el evento convocado por el patronato de la Casa del Actor, una casa fundada por Cantinflas para atender a actores retirados. En él, los organizadores reafirmarían que, desde hace varios meses, la Asociación Nacional de Actores, ANDA, no les paga ni un centavo.
Fue entonces que Jesús Ochoa, quien es Secretario General de la ANDA, al más puro estilo mexicano llegó dando gritos, manotazos y leyendo oficios en los que consta, según él, que los de la Casa del Actor no le mandan facturas y gastan el dinero en lujos para sus dirigentes, principalmente Mario Laparade, el hijo de Cantinflas.
El pleito siguió subiendo de tono, especialmente porque en la Casa del Actor nadie quería a Jesús Ochoa. Incluso, en algún momento de la conferencia, el abogángster Javier Coello Trejo
, le dijo básicamente “si quieres nos agarramos a madrazos”, a pesar de que ya está ruquito y cansado de tanto defender corruptos.Fue entonces que Chucho Ochoa salió a jitomatazos del lugar, tan sólo para encontrar afuera a otro grupo de actrices caducas enfurecidas, quienes lo jalonearon y empujaron mientras él gritaba “Sólo quiero las facturas”.
No es la primera vez que esta Asociación encargada de proteger a los actores nomás los pone a pelear entre sí. Desde los tiempos de Mario Moreno “Cantinflas”, hasta la reciente dirigencia de Silvia Pinal, sus dirigentes siempre están metidos en broncas de lana. Sin embargo, ya han señalado a Jesús Ochoa antes por ser mal dirigente e incluso ir mal fajado a las renuniones.
Sea como fuere, quienes sí armó un resumen conciso de todo el pleitazo, fueron los becarios de Venga la Alegría. Écheles el lente.
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama
ESPLÉNDIDAMENTE REAL
MADURAMENTE REAL