Endemol – Corría el año de 2002 y el mundo era un lugar mucho más inocente. Todavía estábamos muy confundidos por el 9/11 y tu mayor preocupación era pasar el Zelda Majora’s Mask en tu Nintendo 64. Y justo cuando más tranquilos estábamos fue cuando Big Brother tomó por sorpresa al país. Nuestro primer reality show como generación causó furor.
Decían que iba a ser Sodoma y Gomorra, que los concursantes de Big Brother c*gerían entre ellos ahí con las cámaras enfrente y que sería el inicio de una época de depravación, el fin del mundo en pleno 2002. Pero al final resultó que ver a un montón de desconocidos 24/7 era igual de aburrido que ver una pecera.
Lo único que salió de todo eso fueron varias celebridades que duraron cinco minutos siendo famosas y aunque muchos se perdieron en el olvido, nunca olvidaremos que la primera de ellas fue Rocío Cárdenas, alias La Chio.
Luego de ganar Big Brother, Rocío se estrenó como conductora de Vida TV, que por esas fechas era El Programa de la televisión. Pero no todo fue miel sobre hojuelas, pues como confesó recientemente, tuvo que ir a terapia después del programa por el shock que le causó que de pronto todos supieran todo de ella.
En Vida TV duró más o menos tres meses porque de ahí saltó a conducir Ritmo Son Latino y luego a actuar en telenovelas como La Madrastra y Rebelde. Pero el chicle nomás no pegó y lentamente se fue desvaneciendo en el fondo del set, lo que nos trae hasta donde estamos ahora.
Rocío se casó y decidió dedicarse a su vida familiar. Ahora se dedica a ser mamá y apoyar la carrera de su esposo, un médico cirujano, a quien acompaña en sus visitas como especialista en la televisión, en donde habla de cosas como el cáncer de mama y la cirugía facial.
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Tiene una cuenta de Instagram en donde sube fotos de sus hijos rubios que son gemelos y pues ahí anda con sus casi 6 mil seguidores en Instagram y sus 4 mil seguidores en Twitter.
Ahí lo tienen, amigos. Hay vida después del reality show y, la verdad se ve contenta, bien por ella.
"Ahorita llega la novia, tía"
RECLAMONAMENTE CIERTO
BOCONAMENTE REAL
"Ni parece que está hablando español", se quejó el dueño de una franquicia de pollos…
Yamcha tampoco puede superar que le hayan bajado a Bulma
Son los mismos que se andan con gorra en todos lados