El Patriarcado – Harta de que sus hijos no levanten un dedo por las labores del hogar pero sí para limpiar monumentos, una madre mexicana aplicó una jugada maestra y decidió grafitear todos los platos sucios de la casa con consignas feministas. Ante esto, los hombres de la casa exclamaron “wey, noooo, ¡los platos sucios!” y se pusieron a lavarlos por primera vez en sus vidas.
La mujer, de nombre Frida Artemisa, estaba harta de ver cómo sus hijos salieron a limpiar los pobres monumentos rayados durante la marcha feminista cuando en su propia casa no lavan ni un triste plato.
Al ver los platos grafiteados con consignas como “se va a caer” o “ni una menos”, un fuego se encendió en los corazones de los hombres del hogar y su instinto cívico, completamente dormido el resto del año, se encendió para combatir esta injusticia con los pobres platos.
“Mamá pide respeto pero no respeta los platos y ahí está violentándolos con su grafiti” se quejó uno de los hijos. “Esta vajilla tiene un inmenso valor histórico y perteneció a una mujer de verdad: la abuela. A ella le pegaban y aún así crió a sus hijos, hacía de comer, limpiaba y no se andaba quejando”, reclamó el muchacho mientras tallaba con cloro y dañaba el acabado irremplazable de la vajilla.
Ante el éxito de su estrategia, la madre de familia ya considera grafitear el resto de la casa, empezando por los calzones de sus hijos, a ver si así se ponen truchas con el asunto de la limpieza que, considera, está muy desbalanceado en la mayoría de los hogares mexicanos.
“No sé de qué se queja mi esposa, si hasta en el Día de las Madres la dejamos que lave los trastes hasta el día siguiente”, agregó el marido tóxico de la mujer.
Seguiremos informando hasta que se haga justicia por los monumentos
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama