El salón.-Al parecer, algunas mujeres del mundo insatisfechas por cómo luce su rostro siguen considerando el tatuaje facial como un pro y no un contra, cuando se ha demostrado un cuatrillón de veces que cosas como el microblading funciona únicamente en manos de expertos.
Claro que de ir con un experto y pagarle a un experto, a conseguir un tratamiento a través de un cupón regalado… No sé, cualquiera dobla las manitas y venga a nosotros tu reino.
Este fue justo el pensamiento que tuvo la estadounidense Kami Ledbetter, proveniente de Missouri (el Aguascalientes de allá), madre de dos condenadas escuinclas que le regalaron el dichoso cupón para que pudiera estrenar ceja.
Al sentir el primer pinchón de lo que es prácticamente un tatuaje en una de las zonas más sensibles del cuerpo, Kami supo que había cometido un terrible error. Cuando finalmente pudo verse al espejo, fue como la escena de Lisa Simpson cuando le ponen brackets.
Ah pero esto no se queda así, dijo la señora, y procedió a hacer lo que cualquiera en este tipo de escenarios haría: llorar hasta quedarse dormida y no salir de la casa por vergüenza a las burlas.
Pero en algún punto tuvo que salir y recuperar su vida, por lo que fue con otro “experto” de microblanding a tapar el asunto.
Jajaja y entonces que le hacen y que le dicen y que le ponen otra cobertura, pero no una cualquiera, sino una con un pigmento que después de seis semanas, comenzó a cambiar de color.
Y yo creyendo que mi año estuvo horrible… pero bueno, esa mujer vive en el primer mundo, y por supuesto le puede poner solución con dinero. No fue hasta que conoció a otra tatuadora experta que le dijo “maaaaana, te fregaron”, y le ofreció un líquido especial para botar la tinta.
Costo total por cuatrocejearla: más de mil dólares.
No se lo hagan, para eso hay muchos productos de pintaceja. Como los que yo vendo, pásele sin compromiso, puede checar lo que le agrade.
CÍNICAMENTE REAL
"¿Qué es eso de 'mueve los hombritos'?", se quejó la talentosa arista
Ni siquiera entiende la alegría de la gente para esta época
Eso de que "él todo lo ve" ya va cobrando sentido
MADURITAMENTE CIERTO
PITONISAMENTE REAL