La oficina.- Los godínez son esos extraños seres que por lo general odian su trabajo pero que les da miedo admitirlo. Y es que un godín tiene un cubículo que lo protege, un horario que respetar y compañeros de trabajo por quienes no sentir mayor empatía que un “chale, ahí está otra vez”.
Esto los demostró Octavio Isaias Asecas, un godín que trabaja en el área de copiado y que, de vez en cuando, le toca ir por el garrafón de la oficina con el Gus, apodo de su compañero José Alberto Martínez, y de quien nunca supo su verdadero nombre hasta el día de hoy.
“Yo siempre creí que te llamabas Gustavo”, le dijo Octavio al Gus, durante la última borrachera que se pusieron en un viernes de quincena. “Y como tus apellidos siempre me importaron un bledo, por eso nunca te pregunté tu nombre”, pensó Octavio para no herir a su compañero.
Por su parte, el Gus o (como le dicen quienes lo respetan) José Alberto Martínez, es un godín raro que sí ama su trabajo. Y que además cree que sus compañeros son como su segunda familia. Por lo que la noticia de que Octavio no sabía (ni le importaba) su nombre, desanimó al Gus a tal grado que ya está pensando en volverse standupero
.En el mundo de los godínez se esfuerzan cada día por hacer a un lado la idea de que sus vidas no son lo que esperaban. Ya que ellos mismo fueron quienes eligieron ser parte de una empresa con sistema neoliberal, algo que les provoca pesadillas a los más chairos.
No obstante, según fuentes alternas, también existen chairos en el mundo godín que quieren derrocar al sistema neoliberal trabajando dentro del mismo sistema. “Así como López Obrador“, aseguró uno de ellos en exclusiva para El Deforma.
Seguiremos informando hasta que los godínez dominen el mundo.
DESCARADAMENTE REAL
AUTÓMATAMENTE CIERTO
LAVADAMENTE REAL
Son las mismas que durante el año ponían la música a todo volumen
BILINGÜEMENTE REAL
Varios feligreses fueron testigos de los ruegos que hizo "la morenita del Tepeyac"