La Oficina – Un compañero de tu oficina a quien no mencionaré, pero tú sabes de quién hablo y a quien llamaremos de nombre clave Judas, regresó esta mañana a su lugar de trabajo como si nada hubiera sucedido luego de no invitarte a su boda.
Sin hacer ninguna referencia a su luna de miel o a las fotografías de la boda que subió a su Facebook junto con todos tus otros compañeros de la oficina a quien sí invitó, procedió a sentarse a tu lado sin hacer ninguna mención de la boda a la que no te invitó.
De acuerdo con algunos reportes, incluso se tomó la osadía de pedirte una pluma prestada que por supuesto que le rolaste porque no eres un resentido que hace notas para vengarse bajita la mano o pone laxantes en su agua Zoé guiado por un nefasto sentido de justicia.
Si bien seguramente no fue personal (¿o sí?), pensaste, y sólo se vio en la penosa necesidad de decidir cuál de sus amigos le vale más verga por un tema presupuestal, ni Judas se atrevió a tanto y todavía invitó al buen Jesucristo a su boda, como podemos apreciar en Bodorrios 4:20 del Nuevo Testamento. Además, siempre te quedará la duda de si se trata de tu tono de piel, tu diferente nivel socioeconómico o que en realidad no le caes tan chido y sólo te tolera.
Y aunque no tuviste la oportunidad de decirlo (porque no te invitó a su boda y porque no te preguntó), la verdad es que en el fondo le deseas que le vaya bien en su nueva vida engrosando las melosas filas de la familia tradicional mexicana. Pero nunca lo sabrá. Porque no te invitó a su boda.
Seguiremos informando para ustedes aunque no nos inviten a sus bodas jaja.
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO
Justo cuando creías que hoy ibas a poder descansar
"No, aquí no compró nada el señor del Polo Norte", se excusó un gerente
GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO