México.- Sean ustedes amantes de los perros, o sean amantes de los gatos, una traición es una traición, y si tú o yo o cualquiera que ame a sus mascotas, ve que estos se van con otra familia, la sangre te hierve y no me dejarán mentir, en especial cuando se trata de tu gato.
Los gatos son más independientes, sí, pero también más traidores, pues en su andar aventurero terminan siendo adoptados por otras familias, y formando parte de otros círculos mientras tú sigues llenándole el plato.
Este es el caso de Pixi, un gato de raza korat (aparentemente) que vive con su familia en México desde hacía dos años. Es normal que este tipo de gato se escape para dar una que otra ronda callejera. Sin embargo, la familia mantenía sus sospechas sobre la existencia de otro hogar.
Para salir de dudas, mandaron una pequeña pero directa carta, que decía: “Se llama Pixi el gatito, creo que tiene dos casa jaja”.
Esperaron el momento adecuado, mientras tanto Pixi se paseaba por la casa sin ningún tipo de remordimiento.
Finalmente, Pixi regresó con otro mensaje, uno donde confesaban que su nombre real era Huarache, y en efecto, tenía otra familia. “Al parecer sí tiene dos casas, el canijo” contestaron “los otros papas del gatito”.
Según la destrozada familia, sus sospechas comenzaron cuando Pixi (o Huarache) llegó con collar nuevo, desprendiendo el regalo que le había dado sus anteriores dueños, sus dueños de viernes a domingo.
El desenlace de la historia es incierto. No sabemos si compartirán la custodia del Pixi Huarache, o si tendrá que decidirse por una sola familia. Aquí lo importante es que el gato esté bien, esté sano y mantenga esa tendencia poliamorosa para dos familias, porque tres no, ya chole Pixi, es demasiado.
AHÍ VA EL SUADERO PERO CIERTO
DESAFORTUNADAMENTE REAL
ANCESTRALMENTE CIERTO
Sus ciudadanos famosos deben evitar poner pie en dicho programa
DESCONFIADAMENTE REAL
Además, la pusieron a destapar el baño de los conductores del programa