México.- El día de ayer, miles de consumidores de la televisión pública recordaron que Paty Materola existe y se conserva muy viva y radiante. Tras su aparición en “¿Quién es la máscara?“, la ex Garibaldi se volvió tendencia en redes sociales, pues al parecer se perfila para ser una nueva Maribel Guardia.
Y es que llamó la atención de los televidentes que, a sus 47 años, Bertha Patricia Manterola Carrión luzca como de 20 (si ignoramos los evidentes jalones de piel en nariz, pómulos y mentón). Por lo menos eso constatan sus fotos en su perfil de Instagram, en donde la estrella de los noventa derrocha sensualidad y chabochura.
La persistencia y el cuidado que Paty le ha puesto a su figura, nos lleva a sospechar dos cosas: o que hizo pacto con el Diablo para no envejecer, o que hizo suficiente dinero para volver de su cuerpo una escultura que sea inclemente ante el paso de los años y el peso de la gravedad.
Veamos las imágenes, para que juzguen ustedes mismos:
La respuesta no es sencilla. En primera, es rica. Esto lo notamos por el estilo de vida que presume, el cual es propio de una opresora de la clase obrera. Recordemos que ser rico es benéfico para la salud, pues permite pagar cualquier tratamiento y no someterse al clásico estrés que acarrea ser pobre o viajar en camión.
Después, todas sus fotos implican un mínimo trabajo de producción. Desde la selección de la cámara, el lente, la locación, la iluminación (probablemente artificial) o el maquillaje, hasta los retoques en programas de edición de imágenes. Sí, Paty está muy guapa y lo que quieran, pero es una belleza estandarizada, de catálogo. En cierto sentido, es irreal.
Finalmente, el cuerpo de Paty es uno de sus principales atractivos, razón por la cual ha cuidado e invertido en él. Clases de yoga, spa y visitas mensuales al cirujano deben ser rutina para la ¿cantante? Por ello, no nos extraña que se perfile para arrebatarle el puesto a Maribel Guardia como la seño más sexy de México.
¿Saben quién también es muy sexy? Isabella Rosellini. Fue una bomba sensual durante los ochenta. Ahora es una señito de 67 años y, aunque ya no presume figura ni operaciones, sí se nota muy relajada y contenta.
Informando seguiremos.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama