¡Ventaneando le hace justicia a México!: desenmascaran a Maria Celeste por ayudar a Sarita Sosa

Se puso bueno y lo que le sigue

México.- Hoy en Discovery Channel, veremos el momento exacto en que un grupo de hienas se devora a un ciervo en menos de 10 sangrientos minutos… MOMENTO, esa hiena tiene peluca… OH NO, es Pati Chapoy y su equipo de Ventaneando atacando a María Celeste.

A ver, poco a poquito. ¿Quién es María Celeste? Pues es la conductora de Telemundo que tuvo la exclusiva de las declaraciones recién salidas del horno de la hija de José José y enemigo público número uno, Sarita Sosa.

Mucho se dijo el día de ayer sobre el precio que le había puesto la tal Sarita a toda su ronda de entrevistas sobre la muerte de su padre, en especial todas las exclusivas que se le dieron únicamente a Telemundo… televisora, que por cierto, tiene la serie del fallecido “Príncipe de la Canción”.

¿Coincidencia?

Al parecer, el odio bien fundamentado de todo México (incluidos los de Ventaneando) respecto al misterio del paradero de nuestro ídolo, llegó a oídos de María Celeste, a quien se le acusa de no brindar el mismo espacio a los otros dos hijos de José José

pues pactó previamente con Sara el derecho sobre su muerte.

Pedrito, Daniel, Pati y los demás levantaron la voz en nombre de nuestro país y se pusieron a darle una tremenda desgreñada vía telefónica, para preguntarle si sabe o no sabe dónde está el cuerpo, si Sarita cobró por la exclusiva y por qué Sarita no se veía con el suficiente dolor tras ver a su padre partir para siempre.

¿Recuerdan esa escena en la que las hermanastras de Cenicienta le desgarran el vestido de manera violenta? Bueno, pues atención, respetable público, porque ese momento se alargó a 20 minutos en vivo desde los estudios de Tv Azteca.

¿Qué aprendizaje nos queda después de ver a los de Ventaneando devorar a un ser vivo?

Ninguno, amigos, seguimos sin saber dónde está, pero sí sabemos dónde realmente se encuentra: con Diosito, por supuesto, en nuestros corazones también, y muy probablemente en una plancha.

Ahora bien, ¿qué tanta culpa tiene Sarita Sosa en la desaparición de un cuerpo o en la evidente explotación de su imagen, lucrando con su padre después de su muerte? Solo el tiempo nos lo dirá, pero…