México.- ¡Este es el Twitter al que yo me anoté!, ya que por la mañana comenzó a subir un extraño nombre en tendencias: Max Steel. Pronto bajó ante otros chismarrajos del día, pero prevaleció en mi mente pues también involucraba a Barbie.
La muñeca que muchas tuvimos era un objeto con el que podíamos proyectar nuestros adultos deseos, como ir de compras, tener una casa, y conseguir un buen hombre para pasar el resto de tus días, al menos hasta que empezara Sailor Moon.
Fue un tuit el que detonó esta memorabilia de novios para Barbie, con el cual muchas nos inspiramos para decir: sicierto, sí hacía eso.
Resulta que para miles de niñas, Ken no era la opción ideal de novio para Barbie, pues porque no, solo no, mírenlo ahí, siendo otra Barbie… Además de que nuestros padres no iban a gastar en un Barbo.
Lo que siempre se pidió y nunca se nos dio era un verdadero novio, ese ideal de hombre tóxico al que tanto nos acostumbraron a desear: alto, bronceado, guapo y con cara de gañán, algo así como las estrella del reguetón pero en los 90s.
Armándonos de nuestra mejor arma, la imaginación, sacábamos el novio porque lo sacábamos, y estos fueron los principales para nuestra Barbie, que hizo el bien sin mirar a quién.
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