La CeDeMequis.- En la red social del pajarito quejumbroso e indignado encontramos una puntual y polémica encuesta sobre una de las más terribles prohibiciones en el Metro de la CDMX, nos referimos a que el Wifi gratuito no te permite entrar a ver los últimos videos del nopor.
Esta prohibición sólo revela que la dictadura ya ha iniciado en la Ciudad de las Guajolotas (“dictadura”: palabra del spanglish que significa: “erección”: “dick tá dura”). Porque será muy socialista el Metro por regalarte el internet, pero qué son esas cosas de darte un servicio a medias, y no poder ver los ilustrativos videos de Pinocho 4.0. Pésimo servicio, una estrella.
Ah, sí, también existe la posibilidad de que vayas a ver tus cochinadas en tu casa mientras le robas el internet a tu vecino, pero ¿y si quieres hacer uso del legítimo derecho de ver nopor mientras viajas en el Metro?
¡Eso se llama “privación de la libertad de comunicación”! Aquí te mostramos la pregunta que desató el mame:Sí, de todos modos, ganó el “no”. Sin embargo, José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de Ciudad de México, negó la prohibición y dijo que sí se pueden visitar estas páginas con el Wifi del Metro:
Desde luego, el autor de la encuesta afirmó que no se puede, que lo supo por experiencia propia (y hasta pidió un celular). También exigió una explicación sobre a qué se refieren con la regla de que el usuario no podrá utilizar el servicio con fines inmorales:
Incluso hubo quien le subió como veinte rayitas a su paranoia y aseguró algo así como “primer nos prohíben el porno y luego van a prohibir la libertad de prensa”:
Al final, José Merino le respondió con mayor puntualidad y, colorín colorado, este mame se ha terminado:
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama