Meméxico.- La bella gente de nuestro México, abre las puertas de sus casas y sus corazones a cualquier extranjero que se pare en nuestro suelo, pero reniega el hecho de haber nacido en un país tercermundista y cuyo peor enemigo es otro mexicano, ha demostrado por siglos ser todo, menos desagradecido con los güeros que nos visitan.
Anoche los Tigres del Tuca Ferreti se coronaron por séptima vez en su historia como campeones de la Liga MX, en un partido digno de la jornada 2… de la tercera división… de Guatemala.
Sin embargo dicho logro está siendo atribuido al nuevo goleador histórico de los Tigres, André Pierre-Gignac, futbolista francés que en 4 años de militar en los felinos ya tiene los mismos títulos en su haber que el Monterrey en sus 74 años de historia, razón por la cual los regios han comenzado a juntar llaves para hacerle una estatua en la Macroplaza.
Este es el máximo honor que los mexicanos han dado a algún extranjero, siendo el Papa Juan Pablo II el primero en recibirlo, ya que con la cooperación de las llaves viejas, pronto se tendrá un Gignac junto a la Fuente de Neptuno, en una escena digna del tercer mundo.
Sin embargo los aficionados de “La Pandilla” (uno de los peores sobrenombres del fútbol mexicano) aseguraron, con piedras en mano, que no permitirán la instalación de dicho monumento en la Macroplaza, pues proclaman ahí su territorio y piden llevar “sus porquerías” a la UANL, en San Nicolás de los Garza Garza de la Garza y García, territorio felino.
Hasta ahora no hay acuerdo sobre dónde se colocará el Gignac de Bronce, lo que si se sabe es que ya han contactado al creador de Benito Juárez y Cantinflas versión E.T. para dirigir el proyecto.
"A mi suegra una vez no le cobraron sus compras", comentó guajiramente un comprador compulsivo
A VOLVER A HACER CITA PERO CIERTO
INMA*MABLEMENTE CIERTO
CIVILIZADAMENTE REAL
VUELA ALTO, HÉROE
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