Peñón de la amargura.- Sólo un estudiante alfa, lomo mochilado, carpeta con PDF’s, torre de fotocopias, ojeras de mapache, trabajo final redactado un día antes, cajetilla de cigarros, termo con medio litro de café y libro vencido de la biblioteca, sabe que la única manera digna de titularse es redactando una tesis, aunque se vaya la vida en ello.
Sin embargo, los caminos de la tesis no son como tú pensabas, como los imaginabas, no son como tú querías. Y por eso, ahora te explicaremos, pasito a pasito, cuáles son los principales estados de desesperación y tormento que tendrás que vivir una vez que seas tesista.
Toma nota, y guara este listado, porque en el futuro te darás cuenta de que, efectivamente, pasaste por todos estos pasos. E incluso hasta nos quedamos cortos. Veamos:
1. El arcoíris de la ilusión: El alumno por fin elige su tema, piensa que descubrirá el hilo negro en su área, que será un brillante investigador y que, en tres meses, máximo cuatro, concluirá su tesis.
2. El gimnasio de memes: El ingenuo tesista comparte con gracia y orgullo todos los memes que encuentra respecto a los tesistas, para que sus amigos de Facebook se enteren de que ya está por titularse.
3. La primera aventura hacia la biblioteca: “Ahora sí, manos a la obra”, exclama el entusiasmado estudiante mientras se dirige a sacar varios libros. Saca cuantos libros le permitan. Una semana después, los libros siguen intactos en su casa y tiene que ir a devolverlos.
4. La zona de bloqueo: A los dos meses de iniciar su vida de tesista, el estudiante se siente un poco desanimado al descubrir que de la tesis apenas lleva unas cinco páginas redactadas y que, cada vez que quiere escribir más, se topa contra el muro de “es que no me llegan las ideas”.
5. Periodo vacacional: Al sentirse bloqueado, el tesista decide tomar un descanso de uno a dos meses, para despejarse un poco. Bajo el argumento de “es que acabo de terminar el semestre, necesito descansar y luego ya le echo ganas”, el tesista pasa semanas sin trabajar.
6. Regreso a las andadas: Concluido su descanso, el joven pasante vuelve a abrir su documento, y logra redactar otras cinco páginas.
7. Primer round con el juez de hierro: El asesor de tesis le dice que tiene que volver a redactar las diez páginas que ya llevaba escritas.
8. Valle de la procrastinación: Al principio, se concentra 2 horas y revisa diez minutos sus redes sociales. Al final, se concentra sólo diez minutos y revisa dos horas sus redes.
9. La cámara de tortura: Encerrado en su cuarto, el tesista, lleno de horror, se da cuenta de que ya pasaron ocho meses y no lleva casi nada escrito.
10. Proyectos alternativos: “¿En serio es tan importante tener un título?”, “¿Y si me titulo por promedio?”, “¿Será muy tarde para cambiar mi tema?”, son preguntas que le rondan en su cabeza y que no lo dejan dormir.
11. Segundo round con el juez de hierro: El asesor lanza la trapa donde la víctima habrá de quedarse atrapado por mucho tiempo. Le dice que debe revisar su marco teórico y le da una serie de veinte libros que necesita leer para saber por dónde llevar su investigación.
12. Entrada al infierno: Finalmente, el tesista permanecerá atrapado de dos a cinco años, quizás más, en ese pantano tenebroso llamado “Marco teórico”, y sólo la Guardia Nacional, o una chamba donde le exijan titularse podrán salvarlo.
INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
Nada como pasarla el 24 en bata evitando el estrés familiar
El pasar dos horas buscando estacionamiento es el primero paso para la canonización
La respuesta diplomática ya surtió efectos