Casablanca.- Tras la salida de Peña Nieto del poder, a nadie le queda duda que el presidente más tonto, memeable y, a diferencia de Kike, desagradable del mundo, es Donald Trump, un magnate racista que no todavía no entendemos por qué se hizo del Trono de Hierro gringo.
Sin embargo, a varios años de su elección, hoy los dichos de Trump parecen más un chiste que una amenaza y valen menos que el bolívar venezolano. Apenas hace unos minutos, hizo gala de su prodigiosa labia y le cambió el nombre al CEO de Apple de Tim Cook a “Tim Apple”.
Acá el momento exacto (ahora sí, ya que luego les da hueva ver un minuto):
Nadie sabe, nadie supo si lo de Trump fue una peñanietiña o plan con maña para picarle las costillas al que nunca será Steve Jobs, ya que en otras ocasiones se ha quejado porque los de Apple no hacen pantallas más grandes.
Hasta aquí mi informe, Joaquín… Phoenix.
Son las mismas que durante el año ponían la música a todo volumen
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APÓCRIFAMENTE REAL
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