México.- El hombre es el lobo del hombre. Día con día, desgarradoras historias nos asaltan en las redes sociales para recordarnos que este es un mundo frío y cruel, en donde los hermanos se hacen daño y los hijos lastiman a sus padres. Sin embargo, para salvarnos de esta debacle como especie, ha llegado la Cuarta Transformación.
Nadie lo sabe mejor que Eusebio Sánchez, un tierno viejito de 83 años que estaba recluido por sus hijos en un sótano, pasando hambre y padeciendo todo tipo de enfermedades. Gracias a una denuncia anónima, Eusebio pudo volver a ver la luz y fue rescatado de su presidio por nada más y nada menos que el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
La mañana del pasado martes, elementos de la Guardia Nacional se presentaron a realizar una inspección en el número 700 de la calle U R Gay
; al interior, encontraron al tierno anciano en situación vulnerable, con la ropa raída, el rostro desencajado y lo más horrible: usando crocs.“Che, mirá en qué estado me tienen; ya van para 30 años que me tienen acá, sin otro consuelo que mis libros de Marx y mis recuerdos de la guerrilla, che”, comentó el hombre, quien todavía se encuentra confundido y ofuscado. “Pero no me agüito, che, porque la verdadera prisión no está acá afuera, la verdadera prisión está en la mente”, agregó con un acento casi argentino.
Los hijos del señor (ahora llamados “Los hijos de Sánchez”), serán puestos a disposición de la Secretaría de Educación Moral para que repitan cien veces “Debo respetar a mi padre y a mi madre” mientras son azotados por un representante de Dios AMLO en la tierra.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama