México.- Una de las grandes promesas de campaña de don Andrés Manuel López Obrador consistía en otorgar al pueblo uno de los palacios más grandes de México: Los Pinos. Al llegar éste a la presidencia, la casa presidencial abrió sus puertas a diestra y siniestra para que el pueblo bueno de México hiciera uso de sus instalaciones.
Sin embargo, a muchos políticos, esto les pareció un acto erróneo, un paso más hacia el fin de nuestros tiempos y una pena pues consideran que la gente es, en definitiva, muy aprovechada.
Quien lo dijo claro y fuerte fue el licenciado Javier Duarte desde su cubículo privado en la cárcel, donde admitió que la gente nada más anda pescando a ver qué se lleva debido a la fuerte ideología mexicana
del “chíngatelo” nada más porque sí.El ex gobernador de Veracruz y multimillonario por obra del espíritu santo confiesa que la gente no tiene la suficiente cultura para conservar lo que es del pueblo para el pueblo, pues su enorme ignorancia y falta de educación los lleva a cometer crímenes que dañan demasiado a la sociedad.
Al comer lo que quedaba de su sábana, Duarte aseguró que esto no puede quedarse así y que la cuarta transformación le abre camino a ladrones asquerosos que solo buscan un hueso para roerlo hasta sangrar. “Terrible. Oremos, comentó al quedarse dormido en su propia inmundicia.
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO
Justo cuando creías que hoy ibas a poder descansar
"No, aquí no compró nada el señor del Polo Norte", se excusó un gerente
GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO