Japón.- Hace unos días en la ciudad de Ogori se entregó en la jefatura de policía Fukuoka un ladrón bien buena onda que no había robado nada (aún). El japonesito, cuya identidad permanece anónima y no entendereíamos porque está en mandarín, entró a robar una tiendita pero le preguntó al dueño si podía hacerlo y al fallar, pos se entregó por su crimen.
Alrededor de la 1:40, el ladrón (guiño, guiño) entró a una tienda Lawson (o sea, Oxxo japonés) y bien chévere le dijó al que andaba atendiendo “He venido con la intención de intimidarte y robar esta tienda, podría pedirte que favor cooperes conmigo?” Y pues como siempre en la vida tenemos una opción, el gerente se negó.
Tras su intento fallido de robo, Yamamoto salió de la tienda. Cinco minutos después fue derechito a la jefatura y se entregó, los policías seguramente se rieron de él. La policía lo detuvo por intento de robo y solamente encontraron un cuchilllo de cocina pero el japonés jamás lo uso por sus excelente valores morales.
“Quelía intental la vida de climinal, en las películas siemple palece más fácil” confesó por teleconferencia el japonés mientras comía arroz antes de su clase de karate. Algo que nos comentó que lamenta es no haber tomado las clases de samurai o ninja de chiquito cuando las impartían en la escuela, cree que eso le hubiera ayudado a robar.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama