El gordo mundo de internet.- Vivimos en una triste época donde la leche no tiene leche, el mariguanol no tiene marihuana, los “te amo” no tienen amor y el aceite de coco tiene puro veneno. Así es, queridos consumidores de milagrosos productos con los que pretenden adelgazar, deberían bajarle a sus dosis de aceite de coco porque se podrían petetear o al menos intoxicarse.
Sucede que una docente investigadora de la de Harvard, Karin Michels, ofreció una conferencia (en alemán) que se viralizó en YouTube y levantó múltiples tormentas de arena (pero no hay subtítulos, así que debemos conformarnos con las noticias en español).
En dicho video afirma que el aceite de coco es veneno puro y que es lo peor que puedes consumir, o sea que mejor cómete unos tacos de suadero afuera del metro, con harto chile y sin lavarte las manos, o una sopa instantánea acompañada de unos Dorilokos, pero ¡por favor, no consumas aceite de coco!
Mucha gente ya no se asustaba con el coco, pero con esta noticia habrá que tener más cuidado en lo que llevamos a nuestra panza. Karin Michels apuntó que el aceite de coco es peor que la manteca
(así de feo está el asunto) y contiene ácidos grasos saturados (no sabemos muy bien qué es eso, pero suena muy peligroso), además de que no se ha comprobado realmente que el aceite de coco ayude a adelgazar.Asimismo, la profesora de Harvard criticó los alimentos milagrosos de moda, de novedad (superalimentos, les llaman) que supuestamente nos ayudan a estar bien de salud y combatir los efectos secundarios de comer una orden de diez tacos al pastor con todo, pero que en realidad no sabemos si funcionan, pues en una de ésas también son veneno y de tanto comer chía o açaí nos da el soponcio y colgamos los tenis.
Así que ya lo saben, bájenle a su adicción de comer aceite de coco y mejor utilícenlo para lo que se inventó realmente (cof cof lubricante cof cof).
CIVILIZADAMENTE REAL
VUELA ALTO, HÉROE
IRREFUTABLEMENTE REAL
CREEPY PERO CIERTO
"Yo sabía que su nieto iba a ser grande entre los grandes", comentó Marco Antonio…
CONYUGALMENTE REAL