CEDEMEQUIS – La vida estudiantil en el nivel superior y medio superior es dura, las clases son pesadas, los horarios siempre dan asco y unas de las decisiones más difíciles radican en si comes, sacas todas las copias o si pisteas con aguas locas, kosakos, caguamas o, ya si andan fresones, un ranchito.
Así es como te das cuenta lo que la vida cuesta y que debes estirar tus 200 pesitos de la semana cual señora regateando en el tianguis. Pero justo cuando empiezas a pensar que mejor vas a dejar de estudiar, para irte de cajero al super o a McDonald´s, se aparece el bonito Gobierno de la CDMX para apapacharte con una “Prepa Sí”, PRONABES, Apoyo de transporte, Fundación UNAM y hasta Un Kilo de Ayuda.
Pero para conseguir estas maravillas que te ayudarán a integrarte con la élite estudiantil, tendrás que responder un cuestionario sobre tu situación económica en donde se te pedirán ciertos requisitos para comprobar tu pobreza extrema.
Así que como nosotros somos unos expertos en eso de burlar al destino con poco dinero, te daremos unos tips para que te den esa lanita sí o sí.
Luego de todo este trámite, si te la dan nada más no vayas a confrontar al gobierno opresor…
Porque vas a mandar todo nuestro esfuerzo al diablo y luego con qué vas a empedar los viernes desde las 10 de la mañana.
El 90% de quienes tienen su bequita no la usan precisamente para estudiar, pero si ya te la dieron deja de perder el tiempo y echarle ganas porque en una de esas repruebas todas y te la quitan.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama