Guadalajara.- La realidad de uno es muy distinta a la de nuestro prójimo. Nadie se baña dos veces en el mismo río diría el principio de Heráclito en el que ningún momento de la historia y del espacio es igual a otro. Mucho menos en las personas. Aquí en la Ciudad de México comemos tamales dentro de bolillos mientras que en Tlaxcala ya están probando prototipos de generadores de energía cuántica. Qué buen momento para estar vivos.
Por eso les invitamos a leer esta historia, porque muchas veces olvidamos sorprendernos de las cosas simples de la vida. La ciudadana Aimeé decidió hacer su día como cualquier otro mientras araba la tierra de su condado rural conocido como Jalisco. En su recorrido por la terracería, decidió participar en una rifa con suma inocencia, por el puro placer de participar.
Cual fue su sorpresa cuando ganó la rifa y la tómbola anunció su número de entre todos los participantes de la zona, 32 para ser exactos con un 98% de participación de la población, excepto por Don Evaristo que seguía dormido. Absorta de emoción, nos escribió a la página y decidimos compartir su aventura:
La suave yegua, que aparentemente ya tiene nombre (pero le pondremos Hollyhock), espera la oportunidad para comenzar una vida de aventuras junto a su nueva dueña Aimeé. Su lista de actividades incluye buscar a su presunto padre alcohólico en los terrenos de Hollywoo y saltar sobre un vacío del gran cañón de Colorado mientras lo monta un piel roja que dice Yehhaaa vaquero.
Desde El Deforma mandamos saludos y esperamos que nuestros amigos de Guadalajara logren conseguir el sistema de infraestructura de luz eléctrica en el que tanto empeño han puesto desde que el Siglo de las Luces los alcanzó. Enhorabuena.
El jugador tenía esperanza que de perdida este premio sí lo ganaría por su actuación
ENTERNECEDORAMENTE REAL
GIGANTEMENTE CIERTO
NO ES FAN DE SU RELACIÓN PERO CIERTO
FALLOS DE COMUNICACIÓN PERO CIERTO
CRUDAMENTE REAL