Terruño Marxiano.- Un joven que además de ser hipster y ateo, cree firmemente en la creencia de no creer nada, aseguró para este medio que ha encontrado su paz interior en el café matutino.
“Estoy despegado de todos los bienes materiales y placeres de este mundo, sólo pido mi café de marca en las mañanas”, reveló el joven iluminado quien suele culpar al capitalismo de la suerte que corren los egresados de filosofía.
A pesar de que su alergia al gluten y a la lactosa de no le impiden realizar la mayoría de las actividades, sí le generan una molestia cuando se trata de cumplir una jornada de trabajo.
Según agregó, “Él ha alcanzado la superioridad moral al quitarse creencias de todo tipo incluyendo la de el uso del shampoo“, cosa que le fue confirmado por la señora que lee las cartas.
Afortunadamente para él, una malvada transnacional que vende café robado a los autóctonos de la Atlántida, abrió una nueva sucursal a dos cuadras de su casa, lo que hace perfecto para que él pueda simular llegar hasta ahí en bici y así todos creen que cuida el planeta.
“Sin el café de la mañana, me muero”, comento finalmente el individuo despierto quien asegura no creer en la muerte ni en las promociones que aparecen al reverso de los cereales.
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CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO