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11 tipos de tesistas en los que podrías convertirte

Desde el más barrio hasta el más virgen

 

Valle de la Procrastinación.- Luego de que te retiren la piedra del historial académico (y del anexo) y te coloquen la piedra del pasante, conocerás el verdadero tormento de tener que redactar más de cien cuartillas de una tesis que ni siquiera tu asesor leerá, la neta. Al menos que tu licenciatura cuente con más alternativas de titulación, en ese caso, estarás intacto del sufrimiento.

Científicos de la Universidad de la Vida aseguran que la tesis es un trámite tan absurdo que no vale la pena realizarlo, “mejor es quedarse sin título que vivir de rodillas ante un sistema opresor”, afirman esos científicos que, por cierto, aún deben materias de primer semestre.

Sin embargo, si tu triste situación es la de redactar esa pesadilla llamada tesis y te ilusiona que, en algún lejano día, tendrás tu codiciado título de licenciado, esta información te ayudará a saber qué tipo de tesista podrías ser. Toma nota y que, San Pacheco, el Santo Patrono del Pasante te proteja:

 

1. El memístico: Comparte memes sobre la tesis, publica en sus redes sociales lo difícil que es ser tesista, pero aún no ha escrito ni el título.

2. El convicto: Lleva dos años atrapado en el “Marco Teórico Zone”, y puede estar ahí otros dos años más.

3. El veterano: Salió de la carrera hace una década, pero finalmente le dieron ganas de redactar la tesis y titularse.

4. El poliamoroso: Cambia de tema de tesis cada mes. Así lleva tres años. Al final se cansa y se titula por examen de conocimientos o, ya de plano, no se titula.

5. El tesista Godín: Trabaja por las mañanas, duerme por las tardes y, por las noches, intenta avanzar con el primer de su tesis. Redacta un capítulo por año.

6. El sin raya: Se la pasa sentado e investigando, subraya mucho, lee hasta quedarse más miope, pero no avanza de la primera página.

7. El tesista clásico: “Mi trabajo revolucionará la perspectiva de mi carrera, nadie ha trabajado este tema, descubriré el hilo negro, etc.”

8. El foráneo: “Debo titularme lo más pronto posible y hacer una Maestría porque, si no, mis papás ya no me van a dejar vivir aquí”.

9. El milagro inesperado: Se queda sin internet un fin de semana y consigue redactar 250 páginas de su tesis.

10. El pragmático: “Pues ya como me quede, el chiste es titularme porque en la chamba ya me están pidiendo que sea lic”.

11. El ñoñísimo: 22 años. En junio acabó sus créditos, en agosto se tituló. Ahora se enfoca en un proyecto más importante: perder su virginidad.

Lui

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Lui