Una mujer de la tercera edad sorprendió al abrir su ropero y mostrar lo que había en su interior, asunto que intrigaba a todos en su casa, principalmente a su pequeño nieto. El pequeño siempre le daba la llave del ropero a la abuela y le pedía que lo abriera, pues no podía aguantar la curiosidad por ver lo que tenía la mujer guardado allí.
Iban varias veces que la anciana se negaba a abrirlo, pero ante la insistencia permanente de su nieto, un día decidió acceder y abrió el pesado mueble.
Cuál fue su sorpresa al abrirlo, pues en su interior no había ni una sola cosa maravillosa, al contrario de lo que el niño suponía, por más que buscaba y rebuscaba, no encontró un solo objeto que pudiera ser maravilloso.
“Por favor búscale, abuelita, tiene que haber alguna cosa maravillosa, algo lindo y hermoso”, pedía el niño, esculcando todo el interior, revolviendo todo el contenido, pero sin éxito.
La mujer solamente negaba con la cabeza, con un gesto de “te lo dije”, pero dejaba que el niño saliera de sus dudas por su propia cuenta, aventando todos los objetos, y quejándose muy decepcionado.
“Tanto que me estuviste insistiendo para que te diera la llave y abriera el ropero, pues ahí lo tienes, te dije que no, pero no me hiciste caso”, le decía la abuela al desencantado niño.
“Aquí no hay ni una sola cosa maravillosa, no hay nada lindo ni hermoso, ya no sigas revolviendo todo, no tiene caso, déjalo así”, insistía la abuela.
Al parecer, el niño se llevó un tremendo chasco cuando vio que no había nada que lo convenciese de continuar con su búsqueda, que no dio ningún resultado, y finalmente abandonó su empeño en el viejo ropero de su abuela.
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO
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GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO