Casa de los azulejos, México.- De niño quién no asistió a alguna de las presentaciones del Ballet Folckórico de Amalia Hernández, que fue un hito en la década de los 50. Los bailes tradicionales, con su música y su colorido mexicano, se han convertido en un ícono cultural en la historia de nuestro país.
Pero el paso del tiempo ha cobrado factura y quien fuera el mejor ballet de México tuvo que sortear diferentes adversidades que fueron modificando su esencia. Ante la llegada de bailes contemporáneos y más complejos como “El payaso del rodeo”, “No rompas más mi pobre corazón”, “La Macarena”, “El aserejé” o el reggaetón,
fueron relegando su popularidad hasta que se tuvo que tomar la decisión de cambiar de giro.
Actualmente, el Ballet Folcklórico, alejado de los reflectores, trata de retomar su carrera en el nuevo mundo de la garrotería en negocios gastronómicos, como meseros y meseras del restaurante de los Tecolotitos.
Ya sea sirviendo una taza de café, totopos y bolillitos con mantequilla o una orden de guacamole inmundo de 40 varos, el Ballet Folcklórico de Amallia Hernández nos hará sentirnos orgullosos de nuestras raíces las 24 horas del día en diversas sucursales del país.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama