Chihuahua no está lista para la alta costura
Shihuahua – Ay, provincia, donde el aire es fresco, los primos se dan entre ellos y los animales de granja alcanzan puestos de representación popular. No mucho sucede en provincia, por lo que no es muy difícil llegar a la primera plana del periódico. Esto fue lo que sucedió en Chihuahua, cuando los calcetines de cerveza de un funcionario conmocionaron a la sociedad.
Son unos calcetines con unos tarritos de cerveza, muy coquetos y simpáticos, como los que usaría tu tío queriendo hacerse el chistoso. Pero al parecer la conservadora sociedad chihuahueña aún no está lista para esta clase de sofisticado humor y de este elevado sentido de la moda, pues muchos reprobaron el atrevimiento y de paso al medio de comunicación que lo hizo noticia.
De acuerdo con la publicación, los calcetines “le sacaron una sonrisa a los que se dieron cuenta”, aunque no todos los invitados pudieron apreciarlos porque “en parte eran cubiertos por los pantalones”. Así dice la nota.
Y eso fue todo. De hecho, esta misma nota está más larga que la nota original. Eso de los calcetines de cerveza es lo más interesante que ha pasado en Chihuahua en semanas y no habrá nada más que reportar desde allá hasta que una de esas bolas rodantes del desierto atraviesen la ciudad otra vez o hasta que el próximo marrano sea elegido gobernador.
En el centro de Chihuahua hay una estatua honrando la planta rodadora, interminable fuente de diversión y rumores
