Sabes que todo estará bien cuando el primero en salir en tu ayuda es el Doctor Simi

Sabes que todo estará bien cuando el primero en salir en tu ayuda es el Doctor Simi

por Oso Rulo

Menos mal que había un doctor presente

Consultorio cerrado, Farmacias Similares.- Nuevo Laredo presentó un accidente en las últimas horas, un hombre de nombre Juan Carlos sufrió una fuerte caída a bordo de su bicicleta, todo frente a una farmacia similares. El accidente ocurrió en el crucero de Washington y César López de Lara, el hombre tuvo que ser traspasado a la banqueta por riesgos de ser lesionado por algunos de los automovilistas, que podrían ser 5 modelos en toda la ciudad.

Mientras esperaban al personal de la Cruz Roja, el verdadero héroe hizo acto de presencia: un valiente sujeto dentro de la botarga de Doctor Simi, hasta ahora de identidad desconocida, vio a nuestro convaleciente amigo en el suelo y decidió acercarse hasta esperar al personal correspondiente. Una compañía que cambia el rumbo de esta historia pues, aún teniendo lesiones leves, el sujeto estaba muy desorientado.

La humanidad espera y vive su vida en busca de una luz, de un sujeto, alguien que, según la cosmogonía, ha perdido todos sus miedos y religiones para vivir su propia vida, alguien que construirá su sistema de valores a partir de lo más profundo de su ser. Ese ser es conocido como el Übermensch, el super hombre, ese es… el Doctor Simi.

Juan Carlos una vez atendido por los paramédicos negó cualquier idea de asistir a un hospital, resulta que estaba en un estado inconveniente de ebriedad. Tenía dos opciones por la Policía Estatal Acreditable, ser trasladado a un hospital o a las celdas policiacas. Juan pidió que lo dejaran en la calle pues no tenía nada que su alcoholismo, su petición fue concedida y el hombre se retiró hacia ningún lugar.

“No había a nadie que salvar, solo a nosotros mismos” fueron las palabras que dijo el Doctor Simi a Juan Carlos, cosa que lo ayudó para enderezar los caminos de su vida. En ese momento la botarga se quitó la cabeza, era el mismísimo Albert Einstein.

 

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