Si un árbol cae y nadie lo oye, ¿existe?
México.- El veterano refrigerador de la familia González presentó esta mañana un severo cuadro depresivo, por lo que tuvo que ser ingresado de urgencias en una clínica de atención psicológica y psiquiátrica. El motivo de su depresión fue descubrir que sólo se hace presente cuando deja de sonar.
“Yo siempre me consideré un importante miembro de la familia. No me molestaba que sólo iban a verme cuando tenían hambre o que de pronto olvidaran en mi interior un alimento echado a perder, tampoco me enojé cuando sólo me abrían y me volvían a cerrar inmediatamente al descubrir que estaba vacío”, dijo el desconsolado refri en su testimonio.
Según explicó el especialista que lo atendió, este frigorífico manifestó profunda depresión luego de que el señor González dijera: “ah, caray, ni me había dado cuenta de que estaba sonando el refrigerador”, a pesar de que refrigerador llevaba quince minutos hablando en refrigerañol, o sea, haciendo ruido. “Eso casi lo mata de tristeza”, recalcó Fabián Ortiz, psicólogo y técnico en refrigeración.
Luego de este hiriente comentario, el refrigerador estuvo a punto de suicidarse lanzándose desde el balcón del departamento de la familia González, pero se contuvo por temor de aplastar a un transeúnte en dicho acto.
Finalmente, el refrigerador se descongeló por completo (así es su forma de llorar) y se puso a mirar el horizonte mientras se hacía filosóficas preguntas como: “si un árbol cae en un bosque y nadie lo escucha, ¿hace ruido?, si un refrigerador hace ruido y sólo lo escuchan cuando deja de hacerlo, ¿es su silencio lo que se escucha?”
