10 cosas que deberías dejar a un lado para no terminar haciendo un Aleks Syntek

10 cosas que deberías dejar a un lado para no terminar haciendo un Aleks Syntek

por Yisus

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental

Planeta Tierra.- La Organización Mundial de la Salud ha dicho que la mitad de las enfermedades mentales comienzan a los 14 años, y que la mayoría de los casos no son tratados. En México preferimos limitarnos al clásico “no sea puto” e ignorar cualquier síntoma que nos pueda indicar algún trastorno en la cabeza. 

Todos tenemos el riesgo de padecer alguna enfermedad mental y no darnos cuenta de ello, ya que la cultura en la que vivimos no nos permite reconocer los síntomas de un padecimiento de este tipo. Por ejemplo: puedes defender a AMLO y no darte cuenta que el viejito se contradice a cada rato. 

La OMS ha asegurado que “afortunadamente” hay muchos grupos que han manifestado la importancia de ayudar a los jóvenes, para que puedan enfrentar los desafíos del mundo actual, como toparse con Aleks Syntek en Instagram. Y es por eso que en El Deforma hemos creado este listado para prevenir trastornos del estado de ánimo.

1. Dejar de compartir el meme del viejo lesbiano

Ya fue demasiado el mame que ha desatado este meme. El dinosaurio puede ocasionarle severos problemas mentales a la humanidad en los que no se podrá dejar de reír como loco cuando se tenga la oportunidad de callar a un viejo lesbiano.

2. Dejar de stalkear a tu crush

Es más que obvio que stalkear a esa persona que te trae cacheteando las banquetas no es bueno para tu salud mental, ya que te puedes ilusionar con alguien que jamás te pelará y entonces deprimirte por algo que ya sabías desde un principio. Al tiro.

3. Dejar de irle al Cruz Azul

Hay quienes dicen que los aficionados al Cruz Azul ya no pueden sentir nada. Sin embargo, el indice de suicidios aumenta año con año por culpa de este equipo de futbol. Quitarles el estadio Azul fue ta sólo una medida para prevenir depresiones.

4. Dejar de decirle “ombligo de semana” al miércoles

Cada miércoles de cada maldita semana leerás a alguien en cualquier red social referirse a este día como “el ombligo de la semana”. Estas personas padecen una extraña enfermedad en la cabeza que les borra la memoria cada siete días. Esperemos que Jesús se apiade de ellos.

5. Dejar de comer huevos con catsup. Pinche naco

Echarle catsup a los huevos revueltos es de lo más desagradable que alguien puede ser. Es un síntoma que nos muestra ciertos traumas de la infancia que desembocan en problemas psicológicos que impiden una buena y verdadera integración en la sociedad. 

6. Dejar de decirles “tóxicas” a las personas que perjudican tu vida

Se les dice ojetes. No hay otra palabra para describir a esas personas que te quieren ver en la miseria por siempre. Y si no entienden, nada como arreglarlo con unos buenos puñetazos como en el Club de la Pelea. Todo sea por una buena salud mental como la de Tyler Durden. 

7. Dejar de creer en la Cuarta Transformación

Todavía no comienza su sexenio y AMLO ya ha decepcionado a más de un chairo. Seguir creyendo en sus promesas es hundirte más en el abismo negro de la chairo-depresión, una enfermedad mental que ha estado evolucionando los últimos meses. ¿Cuántos más, Andrés, cuántos más?

8. Dejar de gritar “Ya llegué” cuando entras al cine

Una rara enfermedad en la cabeza es la que padecen estas personas que no pueden evitar gritar “Ya llegué” cuando entran a una sala de cine. Dicen que le impulso es aún mayor cuando la película ya comenzó. Lo recomendable es llevarse un bozal para perro cada que vayas a ver una función.

9. Dejar de escuchar música de Aleks Syntek

Aleks Syntek es su propio reggaetón. Después de decir que la música urbana es mala porque pervierte a los niños, él músico quiso pervertir a un niño. Cuando vuelvas a escuchar “Sexo, pudor y lágrimas”, recuerda que te puedes ir al infierno o, peor aún, convertirte en sacerdote.

10. Dejar de escuchar música Banda

En cada canción de este género musical se escucha a alguien llorando porque su amada lo abandonó. Es un discurso que se contagia y entonces a todos nos ganas de llorar y empedarnos hasta que amanezca. Está demás decir porque tienes que hacer a un lado la música regional mexicana.

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