12 dolorosos obstáculos que te encuentras cuando llegas a la CDMX a realizar el sueño chilango

12 dolorosos obstáculos que te encuentras cuando llegas a la CDMX a realizar el sueño chilango

por Lui

Desde no encontrar casa hasta no encontrar trabajo

La TAPO.- Para los chilangos, el sueño chilango consiste en imaginar una ciudad ideal donde que todo lleve bolillo, o el metro no esté tan lleno, o haya más estrellas en el cielo, o no haya tanto tráfico. Pero para los de provincia que llegan a vivir a la CDMX, el sueño chilango  consiste en poder hacer una vida decente y digna (además de que ya no les digan que son “de provincia”).

Sin embargo, conquistar el sueño chilango cuesta mucho sudor, lágrimas, sangre, gastritis e insomnio, lo que te hará preguntar: ¿valdrá la pena salir de mi terruño para emigrar a la CDMX?. Sí, sí vale la pena cada maldito minuto que pasas en la CDMX, pero debes saber que sólo los más valientes logran domar a la primera a esa bestia feroz de la capital, el resto deberá superar una serie de obstáculos y no la tendrán nada fácil.

Veamos entonces cuáles son las pruebas más duras que un provinciano poco experimentado enfrenta cuando llega a la ciudad de las guajolotas. Después de haber superado todos estos obstáculos, podrás recibir tu título de “chilango adaptado y adoptado”. Toma nota:

 

1. Las rentas son muy caras y te piden hasta las esferas del Dragón

2. Es muy difícil conseguir un empleo que te ayude a pagar todos tus caprichos

3. Comienzas a vivir con roomies y eso te hace extrañar el calor de tu hogar

4. Te das cuenta de que es una pesadilla la dieta de sopas instantáneas y latas de atún

5. Tomas la ruta equivocada y, en lugar de llegar a la Condesa, llegas a Iztapalapa

 

6. Tardas hasta dos horas trasladándote en transporte público

7. Los asaltantes huelen el miedo

8. Aprendes a la mala a cuidar tu celular en el metro

9. Los chilangos te contagian algunos terribles males como el acento cantadito o ser impuntual

10. Los tacos de afuera del metro saben chidos y son baratos, pero si no tienes un estómago experimentado podrías enfermar gravemente

11. Por supuesto, odias las quesadillas sin queso

12. Cuando por fin encuentras un buen empleo, te deprimes porque estás lejos de tu rancho, así que tu sueldo se va en alcohol y otros vicios

Te podría interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar