Que malos somos, me cae
México.- La semana pasada, miles de animalistas de internet lloraron lágrimas de sangre al enterarse que el teporingo, un animal al que nunca han visto en su vida, colgó los tenis en este inmenso cableado al que llamamos la supervivencia del más fuerte.
A pesar de que Semarnat admitió que siempre no, no ha desaparecido y algunos ejemplares se encuentran por ahí en algún lugar con pasto, otra especie también pasó a la historia en el gran libro de “Cámara México, la estás cagando”.
A este animalito no lo verás en grandes espectaculares, primeras planas o en listados con memes para salvar a los últimos de su especie por el simple y sencillo hecho de que no da ternura, no está “cute” como diría Aleks Syntek, no cumple las expectativas de un mamífero promedio que causa empatía de la “awwww” con nosotros los seres humanos.
Se trata de la Ceratitis capitata, mejor conocida como “sácate ALV mosca horrenda”, o la mosca del Mediterráneo para los fifís de la ciencia.
Esta mosquita frutera fue masacrada por el Gobierno Federal en conjunto con productores y gobiernos locales, de la mano con el Programa Mosca del Mediterráneo (Moscamed) en el estado de Chiapas.
Dos amigos que no le hacían daño a nadie
Para terminarla de amolar, todavía este gobierno injusto con la biodiversidad de nuestro hermoso territorio termina por publicar el siguiente comunicado (texto completo aquí)
“SAGARPA publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un acuerdo a través del cual declara a los Estados Unidos Mexicanos, como zona libre de mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata (Wiedemann), con lo que se refrenda al territorio nacional como libre de esta plaga”.
Plaga tendrás en la cola, gobierno menso.
En fin, indignados deberíamos estar con el hecho de que esta mosca ya nunca verá la luz del sol, hermosos días en los que esta especie podía poner en cuarentena a 1.9 millones de hectáreas donde se plantan aguacate, café, uva, sandía y esas frutas que a nadie le importan.
Pero no, como no es un animalito en forma de bolita y con ojos saltones, la tachan de invasora, cuando ¡somos nosotros los invasores! ¡Ya despierta, México!
