Va contras las tradiciones burocráticas
México.- Lucía López Pineda, empleada de la delegación Benito Juárez desde hace veinte años, fue despedida esta mañana por sus superiores debido a las constantes quejas de los ciudadanos que la catalogaron como una persona amable, risueña, carismática y sin ningún complejo de superioridad ni amargura en su rostro, rasgos que todo empleado gubernamental debe de tener.
La señora Lucía confesó que desde hace un par de meses decidió dejar de vivir enojada con el mundo, por ello decidió cambiar sus hábitos cotidianos y ser amable con todas las personas, incluso con las que le caían mal, “me siento más relajada cuando trato amablemente a las personas”, dijo mientras sonería en pleno tráfico.
Sin embargo, esta decisión no les causó ninguna gracia a sus supervisores, quienes inmediatamente le mostraron un contrato laboral que ella firmó hace veinte años. En dicho contrato se especificaba que los empleados de Gobierno, que estén escritorios de trámites o en ventanillas, deben tener siempre mala actitud y cara de pocos amigos.
“Lo sentimos, pero no puedes seguir trabajando en el Gobierno, eres muy amable, busca un empleo en la recepción de un restaurante o un hotel, pero aquí ya no puedes laborar por tu buena actitud”, le dijo su jefe inmediato. Lucía sólo sonrió amablemente y agradeció con cortesía.
Mientras tanto, las personas que fueron atendidas por la señora Lucía López confesaron haberse sentido muy desconcertadas cuando ella les hablaba con amabilidad y carisma, muchos no podían creer que hubiera alguien de buen humos en las oficinas burocráticas, “una persona amable que trabaje en ventanillas de gobierno es algo tan extraño como un taxista que cobre bien, o un doctor con buena letra, o un priista honesto”, comentó más de un testigo.
