Práctico manual para extender esos quince minutos de fama
Laberinto del Carterista Progresista.- Todos hemos notado la metamorfosis que sufren cantantes, actores o escritores desde que empiezan a darse a conocer por méritos en su área, hasta que olvidan el porqué de su fama, y empiezan a ser activistas de izquierda o derecha, buscando así agradar al público gritón de las redes sociales, y olvidando paradójicamente al público que los seguía por lo que se hicieron famosos.
Este peregrinar en bajada parece estar patentado y hasta ser parte de algún manual de procedimiento, pues es algo genérico por lo que pasan estos “intelectuales”.
Este es el doloroso proceso:
1.- Surge una imagen fresca y con cierto valor, lo que lo lleva a ser reconocido.
2.- Empieza a aceptar papeles o proyectos polémicos muy alejados de lo que lo hizo ser famoso.
3.- El personaje cree que esos proyectos alternativos lo “llenó” más, y sigue por esa vía, recriminando al público por “no responder”.
4.- Incursiona en “causas sociales”, que no son más que ideas de arrogantes que creen que ellos podrían echar las cosas a perder de mejor manera.
5.- Empiezan a dar opiniones en contra de todo lo establecido, para verse “friendly’s“, incluyentes y de “pensamiento abierto”.
6.- Su trabajo ha ya decaído por completo, lo que los lleva a ser activistas de tiempo completo. Se vuelven todólogos. Conocen desde derechos “civiles” hasta calentamiento global.
7.- Critican a colegas que incursionan en la política con el “bando contrario”, aunque ambos sean de izquierda.
8.-Se incorporan de manera descarada con proyectos políticos, participando activamente e incluso, siendo representantes de los partidos políticos que tanto decían odiar. Algunos hasta candidatos se hacen.
9.- Caen en el olvido, y se resignan a vivir de regalías de cuando trabajaron.
