“Por favor, no me endeudes por treinta años”, exclamó
México.- Un hombre de unos sesenta años, con una vestimenta extraña y unos lentes muy posmo, aterrizó su automóvil-máquina-del-tiempo a las afueras de una tienda de Apple, a fin de encontrarse con su “yo de ahora” e intentar detener una gran tragedia.
Mientras tanto, su “yo de ahora”, un individuo de unos treinta años, se disponía a comprar su fabuloso iPhone X. El plan de este joven, como el de muchas personas que anhelan fervientemente este aparatito de miles de pesos (incluso lo anhelan más que el verdadero amor), era pagarlo de poquito en poquito.
“Chance en unos años lo termino de pagar… bueno, aún debo el iPhone 8, el 7, el 6 y etcétera, pero ya, prometo que es mi última compra por adelantado”, escribió previamente en sus redes sociales mientras subía una selfie donde se nota una muy humilde casita pero, eso sí, un lujoso iPhone.
Después de acampar toda la noche en la tienda, y a punto de que le tocara su turno de pasar y realizar su poderosa compra con su poderosa tarjeta de crédito, lo interceptó su “yo del futuro”, quien le dijo: “¡No! ¡Por favor! ¡No lo hagas! ¡Nooo!” Al principio, el joven creyó que ese hombre era algún pariente lejano, pero, luego de observarlo atentamente, se dio cuenta que era él mismo treinta años después.
El “yo del futuro” le expresó sus razones para detener la compra: “En unos años saldrá otro iPhone que será igual que éste, pero más caro; después saldrá otro y otro y otro… Y tú, maldito bastardo sin llenadera, vas a querer comprar todos, ¿y sabes quién se va a endeudar? ¡Yo! ¡Yo voy a pagar tus gastos inútiles que jamás han de llenar tu vacío existencial ni tus carencias afectivas! Así que, por favor, no compres nada, cómprate un Samsung, funcionan mejor y no son endemoniadamente costosos, y, por el amor de Dios, ¡termina la tesis ya!”, sentenció el viejo hombre que venía del futuro.
Cuando estaba a punto de marcharse, volteó a ver a su “yo de treinta años” y le dijo: “ah, por cierto, si compras este iPhone, se te perderá el 27 de abril de 2018, en una borrachera donde descubrirás que tu novia actual (salúdamela) te pone el cuerno, ese día te quedarás sin novia, sin iPhone, sin esperanza y sin dignidad… Y no, México no ha ganado ningún Mundial, por si tenías el pendiente”.
