Hombre se confiesa todos los días por si Dios lo agarra de improviso

Hombre se confiesa todos los días por si Dios lo agarra de improviso

por Adolfo Santino

También procura nunca tener los pantalones abajo

Catedral Metropolitana.- Un hombre de edad media acude todos los días a la Iglesia para confesarse, para el caso en que Dios decida llevárselo durante la jornada.

“Con tanta cosa, ya no sabe uno cuándo le va a tocar, por eso yo siempre procuro estar bien confesadito”, explicó.

El sacerdote que cubre el confesionario en las mañanas, al principio le llamaba la atención que el feligrés acudiera consuetudinariamente a confesarse. Conforme fue pasando el tiempo, se dio cuenta que lo único que confesaba eran menudencias, por lo que un día en plena confesión le preguntó:

-“Oye, hijo, ¿y por qué vienes todos los días a confesar cualquier cosa? En verdad, el haber visto a la vecina cuando estaba regando su jardín o el haber robado plumas de la oficina, no son pecados graves, y en todo caso, pueden esperar a qué se ‘junten’ varios de esos pecados veniales y los confieses todos juntos ¿no?”, le aconsejó con voz compasiva el sacerdote.

El hombre replicó con sapiencia:.

-“De ninguna manera, yo no quiero morir y que Dios me ha agarre sin confesar, aunque sean cosas pequeñitas. Si yo veo todos los días a la vecina cuando se agacha para recoger la popó de su perro, yo tengo que venir a que usted me lo perdone”.

Al religioso no le quedó más que aceptar que el hombre tenía un punto, y no volverá a recriminarle que acuda todos los días a confesar lo que él quiera, pues efectivamente, en cualquier momento puede ocurrirle un accidente, y Dios lo recogería sin haber confesado el haberse imaginado a la vecina a 20 uñas.

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